Superman López inicia su aventura en el Movistar , luego de un pasado
donde hubo roces y del que considera “esa herida se cerró”.
En plena madurez con 27 años recién cumplidos, una edad que antes de
la aparición de los Bernal, Pogacar, Evenepoel y otros prodigios, era
la considerada la madurez de un ciclista. Superman piensa que llegó al
equipo correcto.
«Este equipo es un especialista en las grandes, y yo quería continuar
en una escuadra con respaldo para ese tipo de carreras. Hubo interés
por las dos partes, se trataba de mi última campaña con el Astana y
eso me situaba en el mercado. No resultó difícil unir nuestros
caminos”.
Aun así, López no comenzó la aventura con el pie derecho. Estuvo en
cuarentena en Madrid por su infección de coronavirus (ya curada, como
regalo de cumpleaños): “Estuve aislado en Madrid después de venir
desde Colombia, aunque el curso apenas empezó. Intenté hacer rodillo
para no perder mucho. El virus no trastocó mis planes, iba a arrancar
tarde. La pena, no juntarme con el resto de los compañeros en el stage
de Almería. Lo bueno, que hablamos el mismo idioma y nos conocemos de
medirnos en la carretera”.
Superman pretende disputar Tour y Vuelta. “Sé de mis capacidades y de
mis errores, por eso procuraré sacrificarme más sobre la cabra, para
no ceder tanto en las cronos y pelear con los mejores cuando aparezcan
las ascensiones”. En 2020 se estrenó en la ronda gala y acabó sexto.
En el Giro se cayó y sufrió una profunda herida en la contrarreloj
inaugural. A pesar de lo atípico de la pasada campaña, se apuntó dos
finales en alto: en Malhão, en el Algarve, y en el Col de la Loze, en
el Tour.
Para 2021 desea más: “Me gustaría hacer Tour y Vuelta, compartiremos
Enric Mas y yo. Antes, defendía el título en Catalunya, porque en 2020
no se disputó y fui el último vencedor. También me motiva País Vasco.
La importancia reside en competir con ambición, y yo necesitaba aires
nuevos tras seis temporadas en Astana”