Todo el que está metido de lleno en el mundo del ciclismo, tiene una obsesión: “Conseguir una bicicleta más liviana”. ¿Se justifica la inversión en el rendimiento? Saquemos cuentas.
Un interesante estudio realizado por la publicación española Ciclismo a Fondo, nos habla de que en una pendiente constante un mismo ciclista, generando la misma cantidad de vatios con bicicletas con una diferencia de un kilo, supone una ganancia de cerca de 4 segundos por kilómetro a favor de la bicicleta más liviana.
Si la proyección fue lineal y, como llaman los economistas, las condiciones fueran “ceteris paribus”, es decir, manteniendo las variables constantes, en una competencia de 20 kilómetros de ascenso, el ciclista podría ahorrarse 1 minuto con 20 segundos. Eso en el ciclismo de alta competencia, puede significar la diferencia entre ganar o quedar en el puesto 100. Pero ¿y en el resto de los mortales? Veamos.
Lograr bajarle un kilo a la bicicleta puede significar una inversión que puede llegar a costar según diversas fuentes consultadas hasta mil dólares si se trata de una bici que pese más de 10 kilos, el monto se repite si se trata de bicicletas de alta gama y que ya tengan pesos de 8 kilos o menos, aunque en este caso para lograr rebajar sólo algunos gramos. Como vemos no son nada despreciables las cifras.
En el mismo estudio, la revista comparó a dos ciclistas, con bicicletas del mismo peso, generando la misma cantidad de vatios. La diferencia estuvo en el peso de los corredores: catorce kilos entre ellos. ¿Imaginan el resultado? El ciclista más liviano aventajó en un minuto siete segundos, en una pendiente de 4% de inclinación promedio en una distancia de 4 kilómetros. Es decir, unos 16 segundos por kilómetro, cuatro veces más rápido que la diferencia de un kilo entre bicicletas.
Falta de todas formas determinar para cada ciclista en particular su peso ideal, eso significa que si pierde mucho peso puede perder potencia.
Perder uno, o cinco, o catorce kilógramos de peso no será tarea de un día, como comprar un repuesto o accesorio más liviano, pero sin dejar margen de duda, los beneficios en el rendimiento en competencia serán mucho mayores, eso sin entrar a pensar en el tema de la salud y apariencia como efectos positivos del entrenamiento y alimentación bien llevados.
Con esto no queremos decir que no vale la pena invertir en piezas o bicicletas y materiales más livianos, dado que está comprobado que pueden otorgar mejores prestaciones en nuestro rendimiento. Pero no podemos olvidar que una mejor bicicleta sólo hará mejor ciclista a un corredor que tenga un buen entrenamiento.
Sin embargo, no es mentira que una buena bici y si es de tope de gama con mas razón nos hace sentir mejores ciclistas, hay efecto psicológico?