La francesa no pudo ocultar su emoción luego de convertirse nuevamente en Campeona Mundial de Cross Country.
Este año empezó a mostrar ese talento que la llevó en el 2015 a ganar el título mundial en tres modalidades, ruta, ciclocross y MTB, una lesión de por medio la tuvo muy lejos de ser ella misma, pero todo eso quedo atrás en terreno canadiense y ante grandes competidoras, al día de hoy el circuito femenino está mucho más abierto y reñido que el de sus pares masculinos.
Los nombres aspirantes al maillot arcoíris eran amplios en cantidad y calidad , incluyendo a Jolanda Neff (Suiza), la campeona defensora Kate Courtney (EE. UU.), las holandesas Anne Tauber y Anne Terpstra, además de la campeona olímpica Jenny Rissveds (Suecia), otra corredora que está regresando a su nivel.
Al final de la primera vuelta, Neff, la campeona australiana Rebecca McConnell y Courtney tenían 15 segundos sobre las holandesas, con Ferrand-Prévot aparentemente fuera de contienda a 49 segundos. Sin embargo, Courtney perdía terreno ante las tulipanes y Ferrand-Prévot disminuía la diferencia a 35 segundos ya al final de la vuelta 2 y luego 22 segundos en la tercera vuelta.
Neff comenzó a bajar la velocidad en la cuarta vuelta y McConnell tomaba la punta, y allí Ferrand-Prévot apareció, adelantaba a Neff y mostraba sus intenciones de tomar la punta, el título estaba cerca.
«Fue muy difícil el camino de regreso al título», dijo Ferrand-Prévot. «Antes de mi operación, era casi como ser apuñalada en las piernas si hacía un esfuerzo intenso durante dos minutos y medio. Así que decidí operarme, a pesar de que me dijeron todo lo arriesgado que era».
«No quería perder esta oportunidad. Di todo lo que tenía de principio a fin. Realmente quería ganar y estoy muy feliz de haberlo conseguido».
«La carrera en general fue muy loca; ¡llegar del 15º lugar para ganar! Ha sido un camino difícil volver aquí. Pero esto hace que todas las decisiones difíciles, todos los esfuerzos y sacrificios valgan la pena».