En un mercado altamente competitivo, las marcas buscan ese elemento diferenciador que les permita separarse de sus rivales. Una batalla comercial que suele traer beneficios al usuario final que en este caso es el ciclista.
Los marcos o cuadros son el alma de las bicicletas, y esas almas libran peleas internas, si transmiten de forma mas eficiente la fuerza que se le imprimen a los pedales el costo es que absorben más las vibraciones del terreno. Si por el contrario son un filtro ideal y permiten mayor comodidad para el ciclista, no se aprovecha toda la energía aplicada al movimiento y ese derroche hace que avancemos menos.
El departamento científico de Trek promete la solución, gracias a su tecnología IsoSpeed
Empezaron a trabajar en distintas soluciones. Se experimentaron con distintos materiales que permitían amortiguar las vibraciones e incluso microsistemas de suspensión hasta que en 2012 nació IsoSpeed.
Los primeros en probarla fueron los ciclistas del equipo ProTour de ruta, encabezados por Fabian Candellara e, implantaron la tecnología IsoSpeed en la Domane, la bici estrella de Trek para las grandes clásicas y teniendo a uno de los mejores ciclistas de todos los tiempos como sujeto de pruebas, todo resulto en un éxito.
Así que Trek presentó al gran público su innovadora tecnología IsoSpeed al año siguiente, en 2013, para progresivamente ir trasladando, año a año, la tecnología a otro tipo de bicis como las de ciclocross,, su gama de bicis de XC en su ya icónico cuadro Procaliber, presente en los modelos de carbono y desde este año también en los de aluminio.
El IsoSpeed no tiene un recorrido que se adapte al terreno, sino que lo que hace es independizar el tubo vertical del tubo horizontal mediante un eje un rodamiento y permitir una flexión de la parte trasera que suaviza los impactos.
Desprovisto de los planteamientos convencionales para lograr más absorción vertical (como los sistemas de suspensión, los elastómeros o un amortiguador de vibraciones), el IsoSpeed mantiene la misma geometría del cuadro con forma de diamante, aunque ahora el tubo de sillín es independiente del tubo horizontal, permitiendo que el tubo de sillín flexe al ritmo de las fuerzas de la carretera. El resultado se traduce en una bicicleta que se mueve con la carretera, aunque manteniendo las mismas sensaciones y eficacia que el diseño tradicional.
Este «desacoplamiento» se consigue de dos formas distintas según el modelo de bicicleta. Ambos métodos son igual de efectivos a la hora de proporcionar más absorción vertical. En conclusión aumenta la absorción sin sacrificar rigidez. La propuesta ha sido bien recibida por el público y ahora también se incorporó el IsoSpeed delantero
Situado en la parte superior del juego de dirección, se integra de forma similar al IsoSpeed trasero. Esto permite que el tubo de la horquilla flexe, proporcionando más absorción vertical en la parte delantera de la bicicleta. El rocker cup de la parte superior del tubo de la horquilla no se desplaza lateralmente, permitiendo que la bicicleta gire y se maneje con precisión.
¿ Les gustó la solución de Trek?
Sin duda es una salida altamente ingeniosa, la estetica es impecable. el único punto en «contra» que pudiera tener es que el efecto no es igual de efectivo cuando se esta parado sobre los pedales, dado que el peso del ciclista sobre el asiento influye en la eficiencia del IsoSpeed, no obstante el resultado final se traduce en beneficios.
El IsoSpeed combina la transferencia de potencia y la manejabilidad propias de un cuadro de carbono tradicional, aunque aporta mucha más absorción vertical. No añade peso ni requiere mantenimiento y el cuadro se incluye en la garantía limitada de por vida más importante de la industria. Si encuentras algún problema con el IsoSpeed, la oferta de la marca es que le comuniquen las fallas.