Aquí les traigo la entrevista a una de las ciclistas de montaña que conozco personalmente y que es un caso de la lucha contra las vicisitudes de la vida con éxito al final
Valentina es Psicóloga graduada hace poco y ha llevado el estudio y el deporte simultáneamente y con éxito, actualmente el trabajo y el ciclismo de montaña, y es un ejemplo a observar de tesón, empeño y deseos de logro
Valentina, ¿cuáles han sido tus mayores logros?
Haber sido campeona del mundo Junior, pareciera poco en el momento, pero no por nada después de 10 años sigue siendo el único título mundial, ya sea masculino o femenino, en ciclismo de montaña no solo para Colombia sino para Latinoamérica. Eso en cuanto a un título en el deporte. Pero mi mayor logro es seguir aun activa como corredora, después de haber considerado varias veces no volver a competir.
¿Como es tu día a día?
Durante mi pregrado acomodaba el entrenamiento según las clases (hasta el año pasado), y generalmente madrugaba. Ahora que estoy trabajando es más o menos igual, pero tengo menos descanso. Me levanto según la hora a la que deba estar en la oficina.
Si por ejemplo debo estar a las 8:00 am, y hacer 2 horas de entrenamiento, pues me levanto a las 4:30am, para salir a las 5:00 am y regresando a las 7:00am para tener 1 hora para arreglarme, desayunar, sacar a Smash (mi perro) y llegar a la oficina. Luego, después de trabajar hasta la tarde, me voy para mi apartamento a sacar de nuevo a Smash, esta vez intento que sea por lo menos 30´. Me he metido en la cabeza aprender a tocar piano, así que práctico al menos unas 3-4 veces por semana. Me preparo algo de comer y me acuesto a leer hasta dormirme.
Los fines de semana, cuando no tengo carreras y viajes, entreno más horas y así mismo descanso más, leo, voy a cine, hago vueltas, me quedo en la casa “rascándome la barriga” y sobre todo intento pasar mucho tiempo con Smash, llevarla a correr, sacarla a un lugar, etc.
¿Cuál fue la parte más dura de este balance deporte y estudios?
La parte más dura de estudiar y hacer deporte, es que yo siempre he vivido económicamente del deporte, desde los 15 años me he mantenido completamente sola y el hecho de que tuviera que dar los resultados mínimos para mantenerme dentro de los apoyos de Coldeportes o IDRD Bogotá, ha sido una presión enorme. Tenía que competir para ganar las premiaciones y cosas así, que en cierta manera no me dejaban disfrutar del deporte y me “torturaba” mi paso por la academia.
¿Cuáles son tus metas deportivas y personales en 2 años? 5 años? 10 años?
Mis metas deportivas: clasificar y estar en Tokio 2020 con Andrea Bianco, se lo debo. Esto es un objetivo – proyecto que incluye buscar mi potencial máximo; porque en realidad mi meta es llegar a mi potencial máximo. Quiero ver ahora que mi cuerpo está libre de «frenos» y dedicándome a ser atleta de tiempo completo hasta dónde puede llegar mi rendimiento. Fui campeona del mundo Junior, puedo hasta ilusionarme con volver a un top 10 del mundo siendo élite, pero también soy consciente que los años han pasado y que puedo simplemente no volver al alto rendimiento, no a ese alto rendimiento. Así que me focalizo en sacar lo mejor de mí, conquistar mi potencial máximo y veremos ese «máximo de ahora» a que equivale. Yo me gozo el proceso.
Profesionalmente: iniciaré una especialización en Psicología del Deporte en Italia desde finales de este año. La psicología del deporte, a ser sincera, no me apasiona, pero por conveniencia decidimos con Andrea, aprovechar la beca que gané gracias a mi palmarés deportivo y así permearme más de la cultura europea desde el ámbito profesional, y, además, así me entretengo cuando esté en Italia porque solo entrenar me aburre.
Más adelante me gustaría hacer una maestría en lo que si me apasiona de mi profesión: la Neuropsicología.
A la par de estos proyectos deportivos y profesionales me gustaría crecer una familia, casarme y tener hijos. Ya llegará el momento.
¿Qué recomendarías a las chicas que se inician en este deporte del ciclismo de montaña?
Que lo disfruten y que sean racionales con los objetivos.
¿Cuál ha sido tu contrincante más difícil?
Yo
¿A quién admiras en el MTB?
En este momento admiro a Julie Bresset, fue campeona del mundo y de la sumatoria final de copas del mundo y oro olímpico en un solo año, luego su cabeza le puso freno de mano. Intentó por un par de años hasta que se retiró. Recuerdo que el año pasado en una válida de la serie Internacional de Italia, la vi en un lugar de la pista, estaba como espectadora, seguramente muriéndose de ganas por estar en la pista, pero llena de miedos, paralizada y revuelta emocionalmente. Aun así, este año volvió, no es la misma de 2012, ella lo sabe, pero ahí está intentándolo, gozándosela. Yo le aplaudo el intento.
¿Quieres describir a Valentina Abril?
Valentina Abril es la faceta que más uso, la que comanda casi siempre. Pero mi versión completa sin duda es Laura Valentina Abril Restrepo. Admiro la apariencia andrógina, me identifico como mujer, tengo 28 años en esta vida y posiblemente unos cuantos siglos cósmicos.
Soy un ser afortunado. La vida me ha dado y quitado lo necesario justo en el momento indicado. Incluso las cosas que he perdido y los abandonos que me han golpeado (empezando por mi padre biológico que nunca ha estado), han sido cosas que me han hecho evolucionar y encontrar cosas mejores. Siempre sé que todo va a ir bien
Soy de apariencia ruda, pero la rudeza se queda solo en el físico, me sale la frase de: “soy demasiado débil como para mostrarme vulnerable”. Extraño a mi familia, los visito muy poco y me lamento por ello. Cuando me enamoro de algo o de alguien; soy dedicada e incondicional. Me gusta pensar en el amor eterno.
Soy desordenada, malgeniada, prefiero aguantar hambre antes que cocinar. Soy mandona, complicada y egocéntrica.
Me gustan las temáticas de ciencia ficción en el cine y en la lectura.
Cuando sea grande quiero ser escritora.
¿Por qué te gusta tanto el MTB?
Me gusta el estilo de vida que tengo, me gusta cuidarme, me gusta mi cuerpo de atleta, me gusta empezar el día entrenando. Tenerlo como actividad principal me permite estructurar mis días a partir de ello y eso para alguien con mi personalidad es vital. La bicicleta es el esqueleto de mi logística diaria.
Cuando me monto en la bicicleta es como si encajara sobre ella, es como si fuera una parte más de mí, quizá sea el tornillo que mi lóbulo frontal dejó en el feto.
Y bueno, la bicicleta me llevó a Andrea Bianco y él me ha enseñado una forma linda de ser persona. Sin tener ningún vínculo de sangre o político conmigo, él ha hecho por mi más de lo que muchos harían obligados, ha sido mi entrenador por más de 15 años, pero también ha sido mi mentor, mi polo a tierra, mi salvavidas, digamos que ha sido la cafeína y a la vez el Prozac de mi vida.