Las e-Mtb parece que llegaron para quedarse, abren un nuevo segmento del mercado, ganaran adeptos entre los quieren hacer ciclismo, pero le temen a no tener buena condición física, para alguno podría ser más divertido el hecho de ir más rápido, pero con menos esfuerzo físico, pero ¿es ciclismo o motociclismo?
Las federaciones nacionales de ambos deportes en Europa, sobre todo en Francia ya tienen calendario de competencias de e-MTB, un calendario de una nueva modalidad podría implicar nuevos ingresos por costos de licencias, marketing, inscripciones entre otras. Aunque el debate entre ellas va más allá y entraría en la percepción y estudios de cuanta “ayuda” es permitida y donde está la frontera entre uno y otro.
El público en general parece tener resistencia no con las bicicletas en sí mismas, la cual son aceptadas para uso recreativo, para personas con alguna limitante física o como un juego lúdico. El problema está en ser consideradas un deporte y sobre todo en plena lucha de la UCI contra el dopaje mecánico.
El máximo ente del ciclismo mundial, al menos en cuanto al Mountain Bike se refiere, fijo reglas y para el 2019 tendremos el primer Campeonato Mundial de E-MTB. De esta forma determinó que solo se trata de una modalidad más de ciclismo, y en consecuencia está normada, el motor solo permite ayudar al ciclista a alcanzar los 25km/h para ser reglamentaria, lo demás será la pericia y habilidad del ciclista.
¿Qué se podrá ir más rápido con menor esfuerzo? Si ¿será trampa? Si todos tienen la misma bicicleta no tendría por qué serlo. Las diferencias vendrán por dos vías, la competencia de motores tal y como sucede en el Moto GP y que una bicicleta dotada con motor compita contra las que no lo tienen.
Las diferencias tecnológicas ya existen con las bicicletas “convencionales” cadenas con menor fricción, cuadros más ligeros, mejores suspensiones, etcétera. Ahora será un motor y su capacidad de adaptarse a las necesidades del ciclista.
Usted qué opina ¿pierde el ciclismo su esencia como deporte?